¿Por Qué El Dinero Se Me Va Como Agua? 3 Factores Importantes
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¿Qué podemos hacer para evitarlo?
Son preguntas que caben en nuestra cabeza cuando durante un tiempo consecutivo, notamos que las finanzas personales decaen, nos estancamos, cobramos nuestro sueldo y rápidamente lo gastamos, sentimos que no progresamos y buscamos respuestas dentro y fuera de nosotros.
En realidad, existen varios factores que inciden en la manera de cómo nos quedamos sin dinero.
Actuamos en relación con nuestra situación financiera, siendo conscientes que el mundo es un lugar donde las necesidades son infinitas y los recursos son limitados. Por ello, para muchas personas es difícil mantenerse estables económicamente y luchan en contra de condiciones adversas que afectan la economía.
Podría decirse que hay dos tipos de factores principales que inciden en nuestras cuentas diarias, o razones que nos llevan a gastar el dinero de forma indeseada, o simplemente el hecho de que no alcanza para cubrir todas las necesidades.
Factores internos
En primer lugar existe un tipo funcionamiento internos de cada ser humano y familia. Esto se refiere a los factores que afectan nuestra economía y tienen que ver con la personalidad y carácter psicológico del individuo.
Podríamos nombrar varios como el estrés financiero, problemas psicológicos, baja autoestima, traumas, pensar siempre en “Yo no puedo”, sentirnos limitados, inseguros de nosotros mismos y también el tema de la suerte, como si tener dinero es una cuestión de suerte.
Así mismo el descontrol, la falta de organización y gestión efectiva en la administración del dinero. Podría ser el origen de nuestros problemas financieros que, con un poco de educación y capacitación podrían solucionarse.
Por ejemplo hay personas que dicen: que circula por sus manos, no obstante siempre están necesitando, porque tienen que pagar o gastar en cosas imprescindibles. Están como un eterno círculo vicioso de quedarse sin dinero.
Factores externos
En segundo lugar, existen causas externas que también inciden de manera directa con el éxito de nuestra economía. Estos factores pueden ser de índole económico, social y natural.
Los factores sociales inciden directamente en nosotros, porque tienen que ver con las condiciones políticas que rodean nuestra sociedad.
Por ejemplo la inflación, es algo externo a nosotros, sin embargo nos afecta directamente y hace que el dinero se vaya como agua.
Igualmente los factores geológicos y biológicos como el clima, las catástrofes naturales y también el padecimiento de enfermedades.
Son condiciones externas, ajenas a nuestra voluntad pero tienen relación directa con la economía personal y familiar.
Por ejemplo una enfermedad, podría arruinar a una familia en pagos de medicinas y hospitales.
Del mismo modo un huracán, o temblor podría acabar con nuestras propiedades y mandarnos a la ruina.
Ahora bien, sobre todos estos factores, podemos decir, los que tienen que ver con la persona, con el Yo, son temas donde podemos trabajar e incidir a cambiar con terapias psicológicas, desarrollo personal y fuerza de voluntad.
Sobre los factores externos, no podemos hacer nada para cambiarlos, están fuera de nuestro alcance. No obstante, si podemos preverlos y tomar precauciones necesarias, para mitigar su efecto y dejarnos vencer por ellos.
1. Causas internas
¿Estamos condicionados a no tener el dinero?
A veces pensamos que el dinero es para gastarlo. Y no nos preocupamos mucho a la hora de hacerlo. Podríamos decir que es una especie de predestinación más allá de nuestra capacidad y nos arrastra a un espiral de gastos sin control.
Otras veces tratamos de ahorrar y limitarnos en todo, pero es inevitable que ocurra lo mismo: quedarnos sin dinero.
¿Será que estamos destinados a ser pobres y no hay nada que podamos hacer?
Hay que tener cuidado con esta afirmación, porque si lo pensamos demasiado podríamos hacerla cierta.
Muchas personas tienen un comportamiento económico distorsionado, estrés financiero o cualquier diagnóstico de problemas psicológicos y emocionales por causa del dinero.
La terapeuta argentina Natalia Barrera sostiene la idea de que hay gente con bloqueos subjetivos y traumas inconscientes basados en problemas de la infancia o adolescencia.
Ideas inoculadas en la mente pueden determinar, sin darnos cuenta, nuestra situación económica y financiera, creando un agujero del cual no podemos salir.
Ella estableció un método que ha llamado Alquimia Femenina. A través de la neurociencia y la física cuántica. Se trata de identificar estas limitaciones y decodificar los posibles obstáculos del desarrollo económico e integral, sobre todo en mujeres que persiguen la evolución personal.
De igual forma, Natalia propone “quedarnos con el dinero”. Como una terapia para aceptarlo y dejar que venga sin rechazos; porque suele suceder, que todo el dinero que llega a nosotros, lo pagamos o gastamos, sin tomar en cuenta por un minuto, que es importante darle una carga energética y significado en nuestras vidas.
*Si quieres ver un vídeo y saber un poco más sobre Natalia Barrera y Alquimia Femenina, haz clic aquí.
Psicología financiera
Así mismo, expertos estiman cierta la tesis del factor psicológico en los problemas financieros. A tal punto que se ha creado una especialidad llamada Terapia Financiera, donde grandes consultores remiten a sus clientes, con psicólogos especialistas en el tema, para ayudarlos a administrar el presupuesto controlando las emociones.
Así mismo el doctor Brad Klontz fundador del Instituto de Psicología Financiera en EEUU, considera que en América, un gran número de personas padecen de estrés financiero, o lo que él llama: “Trastorno de dinero”.
Una conducta auto-destructiva las finanzas, basándonos en creencias distorsionadas sobre el dinero y experiencias emocionales pasadas, relacionadas con sentimientos como el dolor o la tristeza, que arrastramos en la mente, causando desorientación, descontrol o miedo a la inversión financiera.
Negación del dinero
Así como existen personas obsesionadas con el dinero y la idea de guardarlo. Otra distorsión negarse al dinero, retener ninguna cantidad, ni ahorrar por un rechazo psicológico.
Gastar o pagar todo lo que llega, puede ser una especie de estigma o rechazo hacia el dinero, que nos lleve a pensar si tenemos un desorden de este tipo.
Hay personas que prefieren pagar todo lo que deben y quedarse sin nada, porque así pueden “estar tranquilos”. Para ellos, el dinero representa un forma estrés psicológico, cuando lo tienen en sus manos, buscan gastar rápidamente y salir de él para estar tranquilos.
Estas personas también tienden a regalar las cosas en una especie de altruismo auto-destructivo.
Baja autoestima
En algunos casos la patología puede ser el autoestima. Suele darse casos de profesionales muy capacitados, que no aceptan cargos importantes o no desarrollan su potencial, por un problema de autoestima, creerse inferior o simplemente falta de interés hacia el tema monetario.
Dependencia financiera
De manera similar, hay personas con trastornos de dependencia financiera ocasionado por actitud de los padres, cuando crían a sus hijos sin enseñarles a ganarse las cosas; igualmente en parejas donde el hombre no permite que la mujer trabaje.
Estas personas pueden desarrollar una condición mental donde, no se sienten capaces de ganarse el dinero por su cuenta, sino que dependen de otra persona que por lo general, son una fuente de financiamiento personal.
El problema está cuando se rompe con esa relación, ese tipo de personas puede caer en una grave situación de abandono de la cual va a costarmucho trabajo salir
Compras compulsivas
Inconscientemente podríamos estar sufriendo de un desorden patológico, orientado a comprar de forma compulsiva, como un mecanismo para evitar el estrés.
En los EEUU un 5,8% de la población se ve afectada por este factor psicológico, según una publicación de la revista Mentalhealthamerica.net, los estadounidenses gastaron 4.8 billones de dólares en compras “minoristas” en el año 2016.
En algunos casos es recomendable asistir a un psicólogo, en busca de terapias que ayuden a determinar el origen de la ansiedad que produce la adicción por las compras.
Hábitos de consumo
La obesidad, la ludopatía, el consumo de drogas, tabaco y alcohol pueden convertirse en serias patologías psicológicas muy perjudiciales para la salud, al mismo tiempo atentan contra nuestras finanzas.
Por esta razón debemos evaluar bien si son convenientes nuestros hábitos de consumo, o son la causa principal por la cual nuestra economía no despega del suelo.
En un país como Estados Unidos, el costo de una caja de cigarrillo puede ser hasta de 10 $. Si promediamos una persona que fume una caja al día, mensualmente llegaría a los 300 $, anual serían 3,600 $, que si le sumamos cuentas por alcohol y juegos de apuestas podríamos estar hablando de graves aprietos económicos.
Igualmente los hábitos de consumo asociados a la ansiedad, como comer en exceso. La adicción por los dulces y harinas, pueden convertirse conductas compulsivas con un costo emocional, físico y económico.
Según el Centro Nacional de Estadística un 40% de población adulta en EEUU tiene problemas de sobrepeso.
Eso significa que este margen tiene un gasto mayor en alimentos, ropa y medicinas, ya que está demostrado que la obesidad genera buena parte de las enfermedades como diabetes o cardiovasculares, segunda causa de muerte en el mundo según la Organización Mundial de la Salud.
2. Causas internas – ¿Un problema de gestión?
Sin embargo, aunque no tuviésemos ninguno de estos problemas psicológicos, podríamos necesitar ayuda técnica a la hora de gestionar nuestra economía.
Otra forma de problemas internos que afectan, es la falta de organización y método en la administración nuestras finanzas personales.
En realidad, podríamos optimizar la capacidad de control de gastos siguiendo métodos financieros con base a presupuestos, objetivos de ahorro y planes de vida.
Educación financiera
El conocimiento te ayudará a no eliminar el dinero de tu vida de manera desorganizada. Por ello, es una buena inversión dedicarse a leer, libros manuales y revistas que den pistas para una buena gestión de los ingresos.
De igual forma, es necesario aprender habilidades de gestión y buscar herramientas para administrar el consumo.
Organización financiera
Con todo esto podemos optimizar el control de nuestra economía atendiendo a un modelo sistemático, ayuda y guía para llevar los fondos personales. La mejor forma de tener una vida sin sobresaltos en el tema financiero es planificar, organizar y hacer una gestión efectiva del dinero.
Para lograr un plan financiero debemos saber la siguientes cosas:
¿Qué tengo? – Balance
En primer lugar es conveniente elaborar un análisis de la situación financiera. Es decir, un balance contable sobre nuestros activos, incluyendo todas las propiedades y fondos de ahorro; y pasivos, que son las deudas y pagos pendientes de hipotecas.
¿Qué quiero lograr? – Metas
Seguidamente trazamos metas económicas. Tener un plan de vida es ponerte objetivos financieros, saber proyectarte hacia el futuro. Y esto es una cuestión puede necesitar ayuda y orientación profesional.
¿Cómo lo voy a lograr? – la ruta a seguir
Para lograr nuestro plan debemos seguirlo al pie de la letra. Al hacerlo notaremos un cambio sobre la gestión adecuada de las finanzas, al tener claridad y consciencia sobre cada gasto y paso que damos en el manejo del dinero.
En ese sentido podríamos comenzar por eliminar todas las deudas. Esto requiere establecer un plan de pago y amortización para acelerar el tiempo de cancelación total de pasivos.
Podríamos enfocarnos en un plan de ahorro para comprar una casa más grande o un vehículo. Prepararnos para una jubilación tranquila con un fondo de pensión o asegurar la educación de nuestros hijos.
Tambien incluir nuestros deseos y sueños que nos han motivado desde que comenzamos a estudiar. Estos pueden ser un viaje o vacaciones, la compra de un inmueble o todas las cosas que siempre hemos soñado tener.
Cada acción que hagamos con nuestro dinero, pensar siempre en ese deseo como una visión a futuro que nos mantiene fieles a nuestro plan.
3. Causas externas – Problemas sociales y económicos
Analizamos los problemas estructurales y entre ellos no podemos dejar de ver el contexto político y social en cual se desarrolla nuestra economía.
Es como caminar en el bosque viendo el camino, pero sin levantar la mirada para estudiar los riesgos y alertas que circulan a nuestro alrededor.
El lugar, región o país dónde estemos; el momento histórico, la temporada del año, o noticias; todo afecta nuestra economía y hay que tener buena lectura del entorno.
La inflación
Por ejemplo, un alta tasa inflación es un factor típico que acaba con los ingresos y salarios en toda economía.
Aun así, en casos extremos de inflación y devaluación de la moneda, existen formas de mitigar el daño, protegiendo los ahorros, por medio de inversión en otras divisas, bienes materiales y formas de comercio.
Esto puede ser una táctica para salir al paso de la situación. Lo importante es poder visualizar los escenarios a tiempo, no esperar tener el agua hasta el cuello para actuar.
Incremento en pago de servicios
Aumentos de tarifas en materia de servicios públicos como agua, gas, electricidad, es una forma común de ver deteriorar nuestros ingresos en países donde han aplicado tarifazos y medidas de recesión económica.
Igualmente con el aumento de precios en petróleo, combustibles, peajes, transporte público todo está interconectado con nuestras finanzas.
Ante este tipo de situación podemos tomar precauciones necesarias que lograrán mitiga el efecto. Por ejemplo, podemos invertir planes de ahorros en servicios o podríamos ir comprando nuestros propios paneles solares.
Crisis económicas
Una debacle financiera como la crisis de 2008 es un factor clásico de riesgo e inestabilidad para una economía. Este tipo de situación por lo general afecta ciertos sectores en particular. Es por ello que debemos estar alertas cuando vemos posibles turbulencias en el ambiente, saber bien a dónde deben ir dirigidos nuestras inversiones.
Si estamos en un sector en crisis, debemos ser rápidos en la acción y buscar salida inmediata hacia sectores donde no tenga mayor afectación. Lo que no podemos hacer es sentarnos a ver como se desploma todo lo que hemos logrado con años de trabajo.
4. Factores externos – Riesgos de la naturaleza
Las causas de una crisis financiera puede llevarnos hacia los problemas implícitos en la naturaleza. Ya que la vida es un ciclo sabemos que tiene comienzo y final. Del mismo modo estamos sujetos a los ciclos naturales como la vida y la muerte, que muy bien pueden alterar todo nuestro plan económico.
No debemos subestimar su poder.
En 2004 el huracán Katrina causó destrozos en la ciudad de Nueva Orleans, ocasionando pérdidas por el orden de los 146.000 millones de dólares. Una de cada 4 viviendas fue totalmente destruida, más del 80% devastado, pero esta experiencia puede servir como referencia para evaluar: ¿Qué podemos hacer ante este tipo de condiciones?
En casos naturales como este huracán está demostrado lo importante de un seguro contra todo riesgo. Después de Katrina las aseguradoras pagado unos 60.000 millones de dólares por concepto de indemnización, lo cual significó un golpe duro para el sector de seguros, pero fue la salvación de muchos que protegieron su hogar contra desastres naturales.
Enfermarse cuesta dinero
Es por esto que debemos estar prevenidos ante cualquier situación de salud. Lo primero es cuidar nuestro organismo como medio preventivo para no enfermarse.
Sin embargo la naturaleza humana es impredecible en ese sentido y debemos tener un plan bajo la manga, para evitar desordenes financieros a la hora de una enfermedad o accidente.
Si usted no tiene un seguro médico que lo proteja podrían estar comprometidas sus cuentas en relación a este gasto.
Por ejemplo en 2014, una persona tuvo un accidente en moto e ingresó por cuatro días a un hospital, la factura superó los 125.00 dólares, monto que superó 10 veces el costo de la motocicleta.
Por tanto es imprescindible contar con un seguro médico lo cual representa también una inversión pero representa un factor importante en toda vida que es la seguridad.
En conclusión
Si tomamos todas las previsiones necesarias, nos enfocamos y educamos la mente, podremos evitar que el dinero se nos vaya como agua de las manos.
No es mala idea acudir con un psicólogo para orientar nuestros planes financieros hacia el placer de las emociones, con fin de conectar las metas y acciones hacia la idea de felicidad y los deseos que inspiran nuestra vida, de tal forma será mucho más placentero y viable.
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