ganar dinero manejando

Los 3 Mejores Maneras de Ganar Dinero Manejando

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El auto es un elemento que puede caer casi en lo cotidiano en la escala de gastos por lo que ganar dinero manejando o sacando un provecho de este más que un capricho muchas veces termina siendo una necesidad.

Una rápida revisión en Internet nos deja con varias alternativas, muy atractivas y no tan difíciles además, aunque si se tuviera que englobar en tres formas terminarían siendo las siguientes: como transporte, en modo arriendo y con ganancia directa a través de apps.

Todo esto tomando como variable que el auto debe manejarse.

Como toda actividad que involucre un esfuerzo, por muy mínimo que sea, hay que advertir de antemano que hay tiempo y dinero de por medio por lo que la constancia y la disciplina será esencial si de verdad se le quiere ver un lucro a todo.

Vamos entonces en este jardín de conceptos deshojando cada una de las maneras como si se tratase de una flor.

1. Ganar dinero mediante arriendo

Publicidad en el auto

En este apartado se responden las interrogantes de ganar dinero manejando.

Muchas agencias de publicidad optan por pagar a conductores comunes y corrientes para que lleven una marca en el vidrio delantero o trasero asumiendo además ellos el coste por el empapelado (con materiales amables tanto para el ambiente como para el vehículo como la rotulación).

Lo atractivo de esta idea es que podemos a modo personal ofrecer este servicio y facturarlo a gusto teniendo siempre presente que hay que promocionarlo de algún factor que resulte interesante.

Por ejemplo, mostrando una ruta que garantice visibilidad suficiente para que valga la pena pagar por ello.

Como la mayoría de las actividades al hacerlo sin un fuerte aliado comercial apenas dará ganancias que aun así cubren gastos menores como combustible, pago de cuota de seguro o algún mantenimiento rutinario para el auto.

Otro contra en todo esto es que en algunos países hacer esto es el equivalente a colocar una valla por lo que en muchas ocasiones se incurre en gastos por concepto de impuestos (aunque estos pueden ya estarse pagando de otra manera así que hay que estar pendiente de ello).

Además piden autos que no sean tan antiguos y que estén con todos sus documentos en regla.

En el continente europeo ya hay empresas especializadas a servir de intermediarios y basta con registrarse y quedar en lista de espera.

Probablemente no tarde en verse experiencias igual a esta o que estas firmas terminen expandiendo sus ofertas a otros países.

2. Arrendar el auto a alguien más

Siempre que no signifique para una actividad comercial como transporte, el alquiler o arriendo de auto a otra persona puede significar un ingreso a las arcas que subsane gastos en el mes.

Hay a su vez dos modalidades a considerar en este apartado: a una figura jurídica o una persona natural. En la primera puede ser el equivalente a turistas, como si se tratase de una renta de autos para movilidad mientras que en la segunda puede ser a alguien más que simplemente requiera utilizar el vehículo.

En ambos los conceptos y usos muchas veces se cruzan pero lo importante a saber ahí es que el auto no se va a utilizar para competir en carreras callejeras o similares.

Este modo resulta atractivo en lugares donde el turismo busca siempre precios accesibles o donde las personas piensen que pese a contar con un buen sistema de transporte público nada le quita sentarse en un auto gritando la canción de turno durante la hora de mayor tráfico. También para aquellos que necesitan ingresos mediante apps como de delivery y/o transporte.

Es una actividad más común de lo que pudiese parecer. El dueño del vehículo establece el precio diario, semanal, quincenal o mensual y deja claras las condiciones. Es un poco al margen de la ley más por la falta de normativas que por cualquier otra situación, así que lo preferible es dejar siempre por escrito y pedir referencias y certificaciones de ser necesario.

Ya hay varios emprendimientos en Europa y Norteamérica que comienzan a coquetear con América Latina donde organizan un poco más los trámites donde incluso se encargan de las entregas y recogidas. SocialCar, Mambocar, Drivy y RideLink son algunos de los nombres que se pueden conseguir en buscadores.

Utilizarlo de kiosco de ventas.

Es una idea que podría parecer descabellada porque hay pocos casos documentados pero los hay donde el auto termina siendo un kiosco o stand ambulante de algún producto en específico.

En muchas ferias itinerantes todo lo que ofrecen es el espacio por lo que con un poco de ingenio el vehículo podría terminar siendo un verdadero sitio de ventas que bien se puede complementar con toldos o mesas.

Lo bueno es que no necesariamente también debe ser un negocio propio sino que se complementa con el anterior punto donde se puede prestar o alquilar a alguien más para que logre superar sin inconveniente su paso por la economía informal.

3. Ganar dinero manejando como transporte

Decir transporte y asociarlo con dinero es un asunto que siempre genera incomodidad a algún sector porque tiene muchas vertientes donde el negocio se ha cambiado debido a las nuevas tecnologías.

Esto tiene tanto pros como contras que nunca se terminarían de discutir.

Lo importante de este punto en específico es que son varias las modalidades que podemos aprovechar.

Tranportista para delivery

Es un atractivo que no está limitado a un auto de cuatro ruedas sino a otros vehículos como motocicletas e incluso, bicicletas. Debido a que el uso de las apps ha democratizado-masificado más el acceso a trabajo, hay cada vez más trabas para usarlo como ingreso económico, eso sin incluir la competencia que hay.

Glovo, CornerShop, Rappi, Uber Eats son algunos de los nombres que se bañan de esta fuente no sin cierta polémica por la distribución monetaria que realizan además de los requisitos que solicitan para ser aliados.

Solo por mencionar un ejemplo, en países como Chile donde Rappi cumplió no hace mucho un año ya son más de 40.000 los repartidores que cuentan además de 2500 alianzas con negocios como restaurantes y supermercados, entre otros.

En Estados Unidos Amazon utiliza conductores comunes para aligerar sus entregas aunque su revisión de nuevos aliados es minuciosa.

El promedio mínimo aquí de ingreso al mes puede ser desde un sueldo mínimo hasta dos con la promesa de que los números varíen de acuerdo a la temporada y al país.

Estos detalles bien pueden aprovecharse con el vehículo donde si bien hay que dedicarle tiempo, las ganancias pueden superar a las de un trabajo regular con un estricto horario.

Transporte personalizado

Este tipo de transporte puede ser el más polémico. De hecho, es el que ha generado conflicto en varios países al punto de que han desterrado a emprendimientos completos por el simple hecho de trabajar.

Se trata de transporte atendiendo a llamados mediante aplicaciones personalizadas. Ahí entran en el saco Uber, Cabify, Didi, Beat, Lyft y similares. Dependiendo de la parte del continente donde estén establecidas variará las ganancias, el funcionamiento y el tipo de competencia.

En México los transportistas tradicionales (entiéndase taxistas o choferes particulares) se han incluso literalmente crucificado como medida de protesta para que no se sigan comiendo su porción de torta en este negocio.

Es así como con lo que antes bastaba con tener un auto y un teléfono inteligente, ahora se ha restringido cada vez más.

Quitando eso, el sistema es fácil de utilizar (gracias a su metodología de puntuación donde más se transforma en confiabilidad) y las ganancias siguen siendo considerables tanto para el chofer como para el dueño del vehículo en caso de que sea otra persona.

Son muchos los factores que inciden en los ingresos como las jornadas laborales que se realizan, la cantidad de personas en la zona así como el horario y la ubicación en la que se trabaje.

También que cada app o servicio está orientada a un público en particular y esto incidirá en el tipo de vehículo aceptado (tomando en cuenta valores como año y condiciones).

Si se ahonda un poco más en el aspecto económico encontramos ciertas diferencias con la metodología de pago así como de cálculo para cobro.

Uber por ejemplo (uno de los pioneros en el sector) ha ido ajustando en varios países sus sistemas con la idea de irlo unificando.

Para esta compañía alguien que ponga a trabajar su vehículo puede ganar fácilmente una tarifa base neta (fijada según indican por acuerdos) y un extra por tiempo invertido y distancia recorrida.

Es un mecanismo que amerita explicaciones más detalladas pero en líneas generales busca dar mayores beneficios en una relación ganar-ganar.

Todavía quedan temas pendientes en cada uno como la verificación de los respectivos certificados, el aumento o la reducción del precio del combustible, la actualización de los precios bases y de la seguridad pero se han ido ajustando poco a poco de acuerdo a los requerimientos de cada locación donde se trabaja.

Transporte escolar o universitario.

Pasa como la situación de los servicios que se ofrecen por apps: es un mercado donde tiene dolientes de vieja data aunque es un nicho muy particular lo de llegar a los escolares o universitarios.

En el caso del primer segmento, de los escolares, sus horarios se limitan a una vez en la mañana y otro en la tarde.

La ruta usualmente es en una misma zona y el vehículo recomendado aquí es de mediana capacidad para obtener un verdadero lucro económico.

Para comenzar es necesario también un contacto directo con centros educativos, con padres y representantes y con docentes.

Juega mucho el boca a boca o la necesidad de tener un conocido que haga lobby.

Si optamos por transporte universitario el campo de acción es distinto.

La fauna en este ecosistema es un poco más adulta y puede costearse trayectos con mayor regularidad aunque no lo suficiente para tener que convivir con el transporte público.

Los horarios son diversos y el vehículo aquí no necesariamente debe ser mayor a las cinco plazas que tiene un auto regular.

Pueden todos entrar en el mismo en la mayoría de los casos sin problema porque van a un mismo sitio o finalizan una jornada de estudio en la institución.

La manera de lograr contacto aquí es a través de carteleras informativas, de boletines del centro de educación o el imperdible contacto de alguien que necesita desplazarse con ciertas comodidades durante ciertos horarios (y que a la larga atraerá a compañeros, conocidos o amigos).

Viaje particular.

Suele ser común ver a taxistas o conductores de aplicaciones como Uber dar un paso adelante y ofrecer su servicio de viajes particulares a distancia o recorridos que ameriten más desgastes al auto pero más comodidad al conductor.

Los precios aquí son casi prohibitivos para el usuario promedio.

De hecho es raro que lo contraten particulares y en su lugar son las empresas que optan por contratar este tipo de asistencia.

No todos califican para hacer cubrir estos trayectos más que nada porque es necesario tener un vehículo de data reciente en óptimas condiciones. Una inversión a la que se le consigue poco público pero mucho provecho.

Transporte colaborativo.

Es un aspecto para una población mucho más específico por situación o ubicación geográfica. La idea es ofrecer el servicio para aquellos que lleven la misma ruta o necesiten moverse al mismo destino.

Esto se denomina carsharing (o auto compartido) y ya hay varias plataformas en Internet que facilitan este trabajo. Basta con publicar el recorrido, horas y fechas de salidas además de la cantidad de puestos disponibles para esto.

Es una experiencia de la que no se vive por completo. Incluso, requiere que la persona prácticamente se desplace a diario. Pero sí cubre gastos como combustible, peajes y una que otra cuota por manutención que pida el vehículo.

No es algo que se lleve haciendo dos días. De hecho ya hay servicios rodando desde hace varios atardeceres que ayudan en esto. El que más renombre y que tiene más productos similares es BlaBlaCar.

Es de origen francés pero ya ha ido tomando poco a poco mercados en Europa y América Latina con la esperanza de que en breve seguirá expandiéndose. Basta con inscribirse, subir la información y esperar a que surja el compañero de viaje.

Al diferencia de otros complementos monetarios, aquí no vale el “no puedo” (salvo motivos más grandes como averías o choques, por ejemplo) por lo que firmar un acuerdo significa casi usar sangre como tinta por lo que hay que cumplir el compromiso llueva o truene.

Aquí se basa en la confianza por lo que la puntuación de los compañeros es crucial para seguir creciendo.

Está un concepto similar llamado “Carpooling” que en países como Estados Unidos se aplica desde hace tiempo.

Este sin embargo más que una forma de ingreso busca darle una mano al medio ambiente a través de la metodología de auto compartido.

Aquí se buscan compañeros de trabajo o personas que lleven la misma ruta y en algunos casos se pide colaborar con el combustible, lo que termina siendo un ahorro importante en las cuentas a final de mes.

En algunos países además se premia esta práctica ofreciendo un canal exclusivo en la vía para desplazarse más rápido.

Ganar dinero mediante apps

Superados los trayectos teóricos toca desplazarse a los prácticos.

Esto se traduce en que ya sabemos algunas de las maneras de ganar dinero manejando pero en este apartado se puede profundizar, sin problema alguno, sobre aquellas formas que se puede hacer a través de apps.

Es decir, como mínimo haría falta un teléfono o dispositivo inteligente además de conexión a Internet para poder sacarle provecho.

En algunos casos hay que sortear algunos requisitos extras pero una vez.

Ya las estadísticas indican (con algunas variantes de acuerdo a la región o país donde se señale) que ya el 69% de los usuarios de smartphones realizan búsquedas desde su equipo móvil, una cifra demasiado jugosa que los comercios no terminar de explotar del todo pero que los usuarios sí.

Si se toma eso para el nicho de ganancias de dinero manejando, algunas de las opciones serían las siguientes:

Cobrar por estacionamiento

Si ya el auto está en movimiento, ese espacio vacío que deja puede también ser una fuente de ingreso.

Tanto en Europa como en América Latina ese tema de estacionar o aparcar un auto puede ser un problema por lo que conseguir un dinero extra con esto es inevitable.

Qué mejor manera de lograr esto que con pocos intermediarios.

En esto intervienen las apps.

Hay servicios donde se puede disponer del puesto que corresponde a nuestro auto para que otra persona pueda aprovecharlo siempre que pague en breve una cuota.

Carpling, Parquo y CompartirParquing destacan pero también opciones como Kopu o similares buscan un trozo del mercado.

Vale mencionar, en modo de dato curioso, que otras como Autlo van un poco más allá y facilitan los pagos como multas o tickets de estacionamiento en centros comerciales incluyendo donde tienen un periodo gratuito por tiempo limitado.

Sería entonces más un gestor digital que facilitaría el trabajo y ahorraría algunos centavos en el camino.

Haciendo retos o misiones

No todo debe ser trabajo. Hay algunas apps que son de aspecto y mecánica de juego que disfrazan un poco las labores que nadie quiere hacer y además la recompensan con dinero, certificados de regalo o recargas.

Estos retos o misiones son geolocalizados.

Es decir, revisar la zona y de cumplir unos objetivos específicos en establecimientos comerciales cercanos para así conseguir puntos que al final se canjean por los preciados premios.

Son varias las opciones que sirven para América Latina pero en la lista se incluye Snuuper o Rocketpin por mencionar dos ejemplos (al buscarlos para Android o para iOS aparecerán también sus similares).

Las tareas son tomar fotografías de productos, hacer compras y evaluar al personal, medir los tiempos de respuesta, revisar inventario en los anaqueles, entre otras tareas similares.

Obviamente todo puede hacerse con cualquier tipo de vehículo pero también a pie si las condiciones y la ubicación se prestan para ello.

Es necesario aquí resaltar que se debe activar el GPS del dispositivo y dar ciertos permisos a estas aplicaciones por lo que aquellas personas que son renuentes a compartir estos datos (en algunos casos sensibles) no es recomendable considerarlas como forma de ingreso.

En todo caso siempre es posible consultar el alcance de lo que se realiza.

Entrega de comida

Ya mencionamos la manera de conseguir dinero manejando al hacer entregas pero en este punto en particular vale resaltar la entrega de comida y no solo de aquellos encargos realizados en cualquier rubro como de supermercados o farmacias.

En la entrega de comida hay muchas situaciones que juegan en contra o a favor pero la idea es siempre entregar el alimento lo más rápido posible y que este a su vez no pierda su consistencia y de ser posible su temperatura original.

Por ello un auto siempre va a ser un problema por el tráfico que pueda conseguirse y generalmente se opta en este particular por motocicletas o bicis.

Rappi, Uber Eats, PedidosYa y Glovo son los que más tienen notoriedad publicitaria pero ya ingresar en estos ha entrado en un periodo de colapso al punto de ver fuera de los negocios una cantidad enorme de repartidores esperando la próxima entrega.

Clave aquí será los horarios y la ubicación elegida además de uno que otro contacto con los establecimientos comerciales para conseguir una – desleal pero significativa- ventaja.

En resumen, un auto más que una carga al bolsillo puede terminar siendo un verdadero alivio económico.

También dentro de las actividades cotidianas se pueden hacer otros movimientos complementarios que sirven para reducir los gastos que se generan por uso -o desuso- llámese combustible, taller mecánico o seguros.

No está exenta la polémica, el comentario de detractores y el debate en cualquier modalidad que se seleccione.

Lo importante es conocer las opciones sobre la mesa para elegir la más adecuada según las necesidades.

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